domingo, mayo 01, 2011

La Nueva Homeopatía


¡La medicina clásica ha fracasado!

No previene un trastorno cuando se instala, aplica medicación de por vida, o sea, no cura.

Lo vemos en personas hipertensas, diabéticas, cardiópatas, artrósicas, renales, etc., toda una lista de enfermedades crónicas no resueltas.

Las vacunas a virus vivos instalan más enfermedades latentes, si estos virus mutan o el sistema de defensa colapsa, se generan nuevas enfermedades, más medicinas… ¡Buen negocio para la industria farmacéutica!

¡Urge un nuevo Paradigma!

La visión mecanicista de la medicina clásica es útil para describir todo tipo de fenómenos físicos, gracias al aporte de la tecnología que se ha desarrollado en la medida en que el médico medio va perdiendo la capacidad de adaptarse a un nuevo tiempo.

La aparatología puede registrar el funcionamiento de un órgano, pero no su parte constitutiva, la energía que lo hace funcionar.

Hahnemann, el descubridor de la Homeopatía, tuvo el coraje de hacer un cambio paradigmático, supo percibir el efecto de las sustancias en una persona sana en forma empírica, tal como ha hecho siempre la medicina oficial. Mas pudo dar un orden al caos, todo un “orden implicado” que dio origen a un movimiento dinámico el cual se ha modificado en el tiempo, pero ahora es necesario darle un nuevo orden…

En principio, hay que reconocer que la medicina oficial es racional; en la enfermedad aísla el órgano, la enfermedad viene de afuera o es heredada.

La Homeopatía es más intuitiva, porque el proceso de creación del ser humano comienza con la intuición y luego aparecen conceptos, sentimientos, imágenes, formas y finalmente una manifestación física. La intuición es la clave para iniciar el proceso de creatividad. [1]

El homeópata es capaz de ver el todo, al menos esa debe ser su formación; ver la relación que hay entre una parte y el todo, simbolizar los síntomas. En vez de pensar en función de la estructura hay que pensar en función del proceso. Todo es dinámico, un dinamismo interconectado. Por tal motivo, hay que dejar atrás la teoría relativista, en que todo es según el observador a lo observado.

El médico está unido al paciente por múltiples canales, todo está dentro del Universo y de lo que se trata es de comprenderlo…

Hay que erradicar la idea in mente, de las leyes o procesos fundamentales, las cosas existen en virtud de sus “relaciones mutuas”.

Las propiedades de una parte dependen de las propiedades de otras partes. Por lo tanto, ya nada es absoluto, tal vez, aproximado. Somos parte del todo y no ajenos a él…al Universo. [2]

Comprendido esto, podemos entender y aplicar con similitud una terapéutica apropiada.

Deben recuperarse los conocimientos de civilizaciones antiguas, el de los chamanes, fitoterapeutas que interpretan las propiedades del reino vegetal. Tal como hizo Paracelso, que aplicó los conocimientos de Oriente, Hahnemann, estudió mineralogía, física y química para ordenar los elementos constitutivos para estudiarlos y aplicarlos. Al igual que Jung quien estudió los símbolos antiguos dentro de un inconsciente colectivo. [3]

Hay que enseñar menos repertorización y agregar estas materias. Todo este estudio repertorizado debe ser un complemento, aceptando sus falencias e imperfecciones. La epistemología debe ser más importante que el empirismo, base elemental para comprender al ser humano.

Es menester comprender y ubicar al paciente en su desarrollo madurativo, bloqueado según sus circunstancias de vida, que le impiden madurar adecuadamente en pos del deseo de otros o del suyo no realizado o vedado.

Ver cuál es su lugar dentro del Cosmos, el espacio-tiempo según sus características, vivencias, valores, manera de ser y sufrir.

Cómo está modalizado según sus circunstancias.

Saber cuál es su vocación, su sentido y fin de vida, lo ubica en un punto de desarrollo necesario para un pronóstico mejor.

De la misma manera hay que estudiar los elementos dinamizables como lo hizo Jan Scholten, que entendió que el todo es la tabla periódica, donde nada es al azar en su conformación y propiedades. Hay una perfecta similitud entre los valores de cada elemento, el desarrollo por etapas, el sentido de menor a mayor, de izquierda a derecha y la apetencia de uno sobre el otro modalizándolo, da una idea de ser semejante al sufrir del paciente. [4]

Tanto Jan Scholten como Rajan Sankaran, estudiaron los componentes minerales en los vegetales como para ampliar el campo terapéutico.

Ya se sabía antiguamente la relación entre magnesia phosphórica y colocynthis, lobelia, symphitum, stramonium, etc. [5]

En definitiva, hay todo un mundo por ser descubierto. El médico debe estar preparado cuando no se cumple la ley de curación, porque tal vez no hay ley, no hay dos pacientes iguales, no todos responden a la medicación o a las potencias habituales, hay circunstancias, naturalezas diferentes, bloqueos, malformaciones o mutaciones genéticas por enfermedades o inmunizaciones, etc.

Es por eso que los médicos deben cambiar su visión y formación académica.

En el Universo, nada es casual, todo es causal. A cada acción le corresponde una acción, todo es dinámico, el Todo es ahora…

Bibliografía

[1] Sanderson Beck, Life as a whole: Principles of Education Based on a Spiritual Philosophy of Love (1987)

[2] Capra, Fritjof: El Tao de la Física. Edit. Sirio. 2000

[3] Jung, Carl G.: El Hombre y sus Símbolos. Paidós. 1995

[4] Scholten, Jan: Homeopathy and the Elements. Alonissos. 1980

[5] Lathoud: Materia Médica Homeopática. Edit. Albatros. 1991

2 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente articulo :)

Guillermo Enrique Tesone dijo...

Gracias Guillermo!
La idea es compartir...si todo el mundo da, todo el mundo recibe!