domingo, enero 02, 2011

EN EL NOMBRE DEL PADRE...

Colabora: Lic. Marta Fortunato

RESUMEN
El escrito presente, analiza el caso clínico de un niño de 5 años, con pocos síntomas repertorizables dando lugar a otro tipo de análisis: que quiere decir el paciente con su síntoma, y que simboliza con sus acciones como para comprender el remedio que también puede ser simbolizado.

Se presenta en el consultorio una madre acompañada por su hijo de 5 años de edad, el menor de 7 hijos, sin antecedentes patológicos de consideración y un normal desarrollo motriz.
El motivo de la consulta es por los repetidos accidentes que genera, a partir del convencimiento de que es una persona adulta. Sin registro de la autoridad, se lanza a situaciones de peligro, exponiendo su vida jugando con fuego, gas, ingestión de remedios, venenos, trepando por balcones, con el mismo intento durante la consulta.
A sí mismo, se muestra caritativo con gente humilde y desamparada, dando dinero o comida. Sin poder obtener otro dato personal peculiar o repertorizable, surge del interrogatorio que, luego del nacimiento, el padre a raíz de la pérdida de su trabajo, es tratado por un cuadro depresivo importante, estando 3 años desocupado. En ese transcurso el niño se pasaba todas las noches de habitación, hacia el lugar del padre… En este caso, donde la repertorización no conduce a nada, hay que aplicar un método deductivo, a través de lo que quiere decirnos el paciente con su sintomatología que se pueda simbolizar.

ANALISIS DEL CASO
1) A pesar del fracaso de otros tratamientos psicológicos, psiquiátricos, reuniones escolares, etc., no viene acompañado por su padre. Por lo tanto, se toma en consideración la función del padre, como genitor, dador del nombre (apellido), quien impone su ley, porque el padre se interpone en el deseo incestuoso de la madre por el niño, dictándole la ley a la madre también: “no reintegrarás tu producto” (al hijo), ley que también la tiene incorporada el padre por su progenitor. [1] Luego del período simbiótico madre-hijo, llamado “alienación”, el padre con su ley permite la “separación” del binomio; evitando así la ley materna, en que todo es posible, se transgrede… [2] Dando pie a la siguiente pregunta: ¿Cuál fue la causa de la depresión paterna, que motivó la ausencia en los primeros estadíos de vida? Respuesta: siempre tuvo la ambición de tener una buena posición, para ayudar a su familia…
2) Es una familia de religión judía practicante en todos sus aspectos, donde la transgresión de la ley o mandamientos, forma el arquetipo de la Ley del Padre, simbolizado por el oro. En Éxodo: 32-34; se explican los acontecimientos del pueblo hebreo en su salida de Egipto en la búsqueda de la tierra prometida siguiendo a su líder. Al ver el pueblo que Moisés tardaba en descender del Monte, ellos se congregaron ante Aarón, hermano de Moisés, a pedido de todos, juntó todo el oro de su pueblo fundiéndolo para erigir un becerro al que luego adoraron… La reacción de Moisés, ante tal espectáculo, fue volver a fundir el falso Dios, molerlo hasta reducirlo a polvo, esparciéndolo en el agua y ésta se la dio a tomar a todo el pueblo, quedando él a expiar los pecados y su pueblo a no conocer la tierra prometida hasta una nueva generación. Quedando el oro como símbolo de la transgresión a la ley.
3) La actitud caritativa del niño, puede leerse como la moneda de cambio a la transgresión de la ley. Queriendo decir, por un lado transgredo y por otro cumplo con lo que haría “feliz” a mi padre…sosteniéndolo.
Según el diccionario de la RAE, nos dice de la LEY: -Regla y norma constante. -Precepto, dictado por la suprema autoridad. Lealtad, fidelidad. -Sinón: regla, uso, norma, precepto, prescripción, mandato, mandamiento. -Religión: cariño, amor, afecto, fidelidad, lealtad. Caridad.
Para Grandgeorge, Aurum cree que es el sol, que es Dios, y quiere ser el amo de la vida y de la muerte y decidir según su criterio. Es el remedio del niño que rechaza la ley del padre. Peleón, desafía los peligros y más tarde intenta acumular oro para ser el padre-dios, y así dispensar sus “bienaventuranzas” a su alrededor como el sol que regala sus rayos. De hecho, solamente quiere seguir su ley. [3] Este remedio corresponde a los niños temerarios, inclinados a transgredir la ley del padre. El padre físico, el progenitor que interviene en la relación inicial fusional madre-hijo y que aporta prohibiciones, barreras que limitan pero protegen al niño. Son, además, niños autoritarios, coléricos pero generosos: les gusta tener dinero, pero sobre todo para que su entorno saque provecho de ello. [4]
Para R. Sankaran, expresa lo siguiente cuando hace la comparación con Silícea. Las circunstancias que crean el estado de Silícea indican que actúa de primogénito de la familia. El primogénito es el que lleva la antorcha, es el que hará respetar el nombre de la familia en el futuro, el príncipe. El príncipe tiene una terrible imagen a respetar. La gente hace quizás presión sobre el segundo o el tercer niño pero toda la atención se concentrará sobre el príncipe. Es así que Silícea está próximo a Aurum metallicum porque Aurum metallicum es también el primogénito. La diferencia es que Silícea es consciente de su imagen mientras que Aurum metallicum tiene el sentido del deber. Silícea no tiene la responsabilidad de toda la familia. La materia médica de Aurum metallicum indica que su supervivencia depende de la realización de sus deberes. Aurum metallicum es el primogénito de una familia donde el padre ha muerto. La sociedad acusará a Aurum metallicum si no se ocupa de sus hermanos y hermanas. Así la supervivencia de Aurum metallicum depende de su capacidad de ser un hombre de moral. Sacrifica sus intereses por los de su familia. Educa la familia, la cuida. Es el primogénito en el que el sentido del deber es pronunciado; es rígido en sus pensamientos, posee un sentido moral y es concienzudo. El sentido del deber de Aurum metallicum está ausente en Silícea. A Aurum metallicum le atañen más sus propios fallos y cómo los percibe. Verifica siempre si lo que ha hecho está bien, porque su supervivencia depende de esto, y no de la forma que aparece ante los otros. Como consecuencia no es tímido cuando aparece en público. Si él es honesto y cumple con su trabajo, está tranquilo. Así los sentimientos de culpabilidad, el sentido moral, la religiosidad están muy pronunciados en Aurum metallicum. "Si hago mi trabajo convenientemente, no puede nadie reprocharme". Es el estado de Aurum metallicum. Aurum metallicum está también muy cerrado respecto a sus principios. Su sistema de valores es muy estricto e impone los mismos valores a los otros, se describe esto por la rúbrica "Dictador". [5]
Para Vila i Alcalde, Aurum es el “sol” de los metales. Antiguamente el faraón era la representación de la divinidad en la tierra y Aurum es el remedio de aquellos que quieren, de alguna manera, ser semejantes a Dios en la tierra. Buscan fortuna para poderla distribuir a todos y estar en el origen de todo. [6]
Para Scholten, la esencia de Aurum es de una persona que le gusta el poder para controlar, principalmente a los suyos. Responsable, adicto al trabajo, levanta la moral, conservador. Protector como el pastor de una manada, que ninguno se descarríe, guardián. Gozan del éxito, muy importante estar al tope en lo más alto, desean ser tratados con respeto y cuidan del bienestar de los otros. Pueden no ser religiosos o extremadamente muy religiosos, sintiendo que Dios les la tarea. Cuando fallan los negocios; se deprimen y comienza a orar. Piden ayuda a Dios y sienten que tendrán que ser castigados, pudiendo sentirse incapaz de sobrellevar sus responsabilidades; se dejan caer (desde una gran altura). [7]
Para Campbell, en Aurum, una de las causas de las causas de traumas emocionales parte de: ser ofendidos y humillados con mucha facilidad cuando los critican o reprenden y con las contradicciones o discusiones. También los devastan las rupturas con su pareja y tienden a vengarse en su siguiente relación. Abandono en el momento del parto, después del nacimiento o en los primeros años de vida. Pueden ser imprudentes, desafían el peligro. Sin embargo, como los sentimientos de culpa y su reflejo, el sentido del deber, están muy acentuados en ellos, el suicidio muchas veces es un deseo intenso que no siempre se lleva a cabo. En lugar de quitarse la vida, es posible que se refugien en la religión, en la meditación o en alguna otra actividad espiritual que tomarán muy en serio, o en otra profesión o actividad llena de “obligaciones” como un reflejo de sus pensamientos suicidas y del menosprecio que sienten hacia sí mismos. Pueden ser sujetos muy responsables que escalan posiciones muy altas en la vida y quizás incluso en el ámbito religioso. [8]
Tomando en consideración lo expuesto, el paciente y su padre recibieron una dosis de Aurum 60ch, por el cual se evidenció una mejoría parcial de su estado general y logrando una “comunión” a través de la toma del medicamento entre el padre y su hijo. La madre, luego de un tiempo medicó a su hijo con algunas dosis más de la potencia… no logrando el resultado previsto, se le indica una potencia de 200 al hijo, logrando un cambio de sentido en todos los aspectos, lo más importante es la desaparición de la peligrosidad hacia sí mismo y haciendo más efectiva la socialización.

BIBLIOGRAFIA

[1] Lacan, J. Las formaciones del inconsciente – Seminario 5. Edit. Paidós 1985
[2] Lacan, J. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis – Seminario 11. Edit. Paidós 1987.
[3] Grandgeorge, D. Homeopatía: Remedios para las distintas etapas de la vida. Edit. Kairós 2003.
[4] Grandgeorge, D. El remedio homeopático: lo que la dolencia nos dice. Edit. Kairós 2004. [5] Sankaran, R. El espíritu de la homeopatía. Homoeopathic Medical Publishers 1999.
[6] Vila i Alcalde, J. Homeopatía y Mitología. Edit. La Liebre de Marzo 2004.
[7] Scholten, J. Homoeopathy and the elements. Alonnissos 1996.
[8] Chappel, P. Los traumas emocionales y su tratamiento con la homeopatía. Edit. Sirio 1994.