lunes, enero 12, 2009

Homeopatía y Nutrición

Agradezco a la Homeopatía, ciencia holística, la posibilidad de atender los múltiples enfermos y enfermedades que la medicina tradicional no puede profundizar, debido a las distintas especializaciones poco abarcativas aunque suene contradictorio...

El avance significativo en los estudios de diagnóstico, lograron que el médico tenga las armas necesarias como para saber de ese “síndrome de nombre propio” pero que, lamentablemente lo aleja de la causa y tenga que tratar las consecuencias.

Cuando trato un desorden alimenticio y sus ramificaciones, los síntomas claman por ser escuchados, porque ya suficiente con “cargar” con la “enfermedad” como para estar tomando comprimidos “durante toda la vida”...

Esto significa que, luego de estar el sufrimiento instalado, estado psórico, a partir de un trastorno determinante, los mecanismos de adaptación fallan, estos toman otros caminos pudiendo hacer que una glándula funcione en exceso (bocio o tiroiditis) o al contrario, se destruya su función (diabetes tipo I).

¿Con que armas cuenta la Homeopatía Unicista?

Primero, la consulta no debe ser inferior a una hora como para abarcar todo el cuadro y “escuchar” al enfermo.

Segundo, la selección de un solo medicamento similar ya estudiado por voluntarios sanos, en quienes ha despertado una serie de síntomas mentales y físicos con múltiples características, dando una personalidad similar a la expresada por el enfermo. Por lo tanto, aplicando la ley de similitud, se pone en marcha la ley de curación, que es la mejoría desde lo mental, lo más profundo, hacia la piel, lo más superficial, equilibrando la energía vital en todos los planos.

Las consultas más habituales son:

-Anorexia y bulimia: (ver escrito en el blog) y los conflictos con la imagen materna.

-obesidad: relaciones conflictivas en la etapa oral del niño, desprotección, fobias, seguridad económica, contacto con el otro, egoísmo.

Diabetes tipo I: debido a trastornos pancreáticos luego de una injuria o shock muy importante que no permite el desarrollo creativo en la juventud.

Diabetes tipo II: relacionarlo con afecciones hepáticas, cuestiones de fe, la puerta a la espiritualidad...cuando se logra, uno deja de tragar “bilis” y desequilibrar el metabolismo glucídico o de la glucosa, elemento necesario para alcanzar la “fuerza o poder”.

Tiroides: al igual que el hígado, simbólicamente implicada en el acceso a la espiritualidad pero primero se debe recomponer la mala relación fusional madre-hijo, en donde hay que poner en “orden” a un órgano que se encarga de ello y a la regulación térmica.

Anemia: ver las “pérdidas”, el déficit de aporte, mala alimentación la comida chatarra que no permite la absorción del hierro, “veneno” en la sangre.

Malabsorción: diarreas crónicas que se acompañan de anemia, deposiciones “explosivas”, cargadas de bronca, ansiedad ante la muerte, situaciones en que se enfrenta siempre situaciones como de examen.

Conviene aclarar que las dietas tendrán que cumplir con las leyes de Escudero (1877-1963) médico argentino de gran renombre, cuyo mérito es que no se han modificado o rechazado sus postulados de cómo debe confeccionarse y cumplir una dieta, la cual debe ser:

1) Suficiente en cantidad.

2) Completa en sus nutrientes.

3) Armónica en el balance.

4) Adecuada para determinada persona.

Lo que da a entender que siguiendo estos lineamientos uno se asegura el correcto funcionamiento del cuerpo. ¿Qué lo impide? La persona enferma no se siente libre de cumplir con estos postulados.

En vez de comer lo suficiente, come demasiado o poco.

No respeta la calidad de los alimentos. No los prepara en forma armónica, tomando en consideración la pirámide alimenticia. Ni adecuada para esa persona, dado que debe seguirse según características raciales, religiosas, climáticas, deportivas, etc.

Por ejemplo un esquimal debe comer en forma hipercalórica e hiperproteica, lo contrario en una persona del trópico.

Se debe medir el ph del organismo para cotejar el balance o armonía.

¿Dónde radica la importancia de la consulta homeopática?

El homeópata es hoy en día, quien más escucha al paciente, repara en el grado de desequilibrio y sus causas.

Si se entabla una buena relación médico-paciente, el médico corregirá los errores de la dieta y la hará adecuada y “personalizada”, ya que no hay una dieta para los obesos, cada uno tiene su particularidad que le es propia, al igual en otras afecciones...

En resumen, si se medica con el simillimum o mejor similar, se pone en marcha el mecanismo natural como para seguir una dieta suficiente, completa, armónica y adecuada y alcanzar los objetivos.

gtesone@bigfoot.com