sábado, junio 26, 2004


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La Fiebre del Oro

No se puede negar la influencia que ha tenido y tiene el oro en las personas, al punto de provocar lo que se ha llamado “la fiebre del oro”. Esta ha originado invasiones de un país a otro, grandes migraciones de personas, colonizaciones de un continente a otro, se usa como respaldo de un país y como medida de intercambio comercial, etc.
Pese a que hay otros minerales escasos, maleables, con brillo, como el platino, paladio o la plata, no han podido reemplazar al oro en todas sus dimensiones.
La Alquimia antigua, cobró apogeo e importancia, justamente porque se decía que los alquimistas podían convertir un metal en oro, la famosa transmutación, lo que ha convocado a un cierto número de alquimistas verdaderos y falsos, a disposición de un monarca o noble para la fabricación de tan precioso metal y convertir a esa persona en alguien con mucho poder y dinero.
Pero fueron justamente los alquimistas, quienes utilizaron al oro como elemento terapéutico, luego de triturarlo, calentarlo en el atanor, mezclarlo y diluirlo hasta obtener su quintaesencia, o sea, su “espíritu”, tal como se preparan los medicamentos homeopáticos. Vale la pena parafrasear a Paracelso en su Archidoxis, Vol. IV: “La quintaesencia, es cierta materia extraída de todas las cosas que la Naturaleza ha producido, y de todo cuanto tiene corporalmente vida en sí mismo, una materia purgada sutilmente al máximo de toda impureza y mortalidad, y separada de todos los elementos. De ahí resulta evidente que la quintaesencia, por decirlo así, es una naturaleza, una fuerza, una virtud, que una vez estuvo encerrada dentro de las cosas, pero libre ahora de todo domicilio y de toda incorporación exterior... La más mínima cantidad de azafrán tiñe una gran masa de agua, pero no toda es azafrán. Así, de igual modo debe afirmarse de la esencia, que su cantidad es pequeña en la madera, en las hierbas, en las piedras y otras cosas similares; se oculta en ellas como un huésped. El resto es puro cuerpo natural... Ni tampoco debe suponerse que la quintaesencia existe como quinto elemento más allá de los otros cuatro y que ella misma es un elemento... El hecho de que la quintaesencia cure todas las dolencias, surge de una propiedad innata, a saber, su gran limpieza y pureza, mediante las cuales, de modo maravilloso, restituye el cuerpo a su propia pureza y lo cambia enteramente...
Si bien como cada animal contiene en sí el espíritu vital, no existe en cada uno igual virtud simplemente porque todos ellos consistan en carne y sangre, sino que unos difieren de otros, en sabor o en virtud, eso mismo ocurre con la quintaesencia... Por tanto sucede que unas quintaesencias son astringentes; otras, narcóticas; otras, atractivas; otras más, somníferas, amargas, dulces, acres, estupefacientes, y así sucesivamente. En este punto debe destacarse igualmente que cada enfermedad requiere su propia quintaesencia esencial.”
Esta frase escrita en el siglo XVI, es la base por donde se apoya la Homeopatía, de cómo un elemento dinamizado donde la materia se pierde, puede curar grandes enfermedades con propiedades que le son propias a cada elemento... Ya en la Biblia, en Éxodo, Dios le dice a Moisés que disuelva el Becerro de Oro en el agua, y de ésta le de a tomar a su pueblo para revertir el pecado cometido...
¿Pero porqué el oro se usó para esos fines?. Nuevamente la Alquimia nos ilustra al respecto, porque decía Paracelso, que para curar hay que saber Cosmología, debido a una relación entre el Macrocosmos y el Microcosmos, o sea, el origen de las enfermedades se encuentra en el hombre, y no fuera de él; pero las influencias exteriores actúan sobre el interior y hacen que crezcan las dolencias. Lo mismo pasa en los minerales y sus propiedades propias y las influenciadas por lo externo, ¿o no hay una relación astrológica y las personas, y a su vez con los elementos?
Simbólicamente la Biblia explica con profundidad al oro. Moisés era el pastor de un rebaño de esclavos, como un rebaño de ovejas guiadas por un solo hombre con un poder especial, un cierto magnetismo, siempre observando que nadie se desvíe, con un cargo dominador un constructor de ilusiones que somete a los suyos en pos de sus sueños... la tierra prometida... un escape a un camino sin experiencia previa, sin prudencia, a la buena de Dios. ¿Total, ya estaban condenados, que mejor que seguir una ilusión?
Así es como veo a la persona que le indico el oro dinamizado, aunque como dijo Paracelso hay muchos tipos de oro, por lo tanto, también de acuerdo a la particularidad que le es propia a cada uno, hay una sal de oro adecuada, para que no se condene o condene a los demás, que no viva de ilusiones inalcanzables, que pueda levantarse luego que estas hayan fracasado en su intento de una vida mejor y pueda alcanzar los altos fines existenciales.
Dr. Guillermo E. Tesone
gtesone@bigfoot.com

domingo, junio 20, 2004

¿Qué se entiende por Homeopatía Unicista?

Etimológicamente deriva del griego, siendo “homoios” (semejante) y “pathos” (enfermedad), o sea, curar por los semejantes, denominación hecha por primera vez por Hahnemann a principios del siglo XIX.
Por definición, es la ciencia que desarrolla el arte de curar, basada en principios y leyes de la naturaleza. Ciencia, porque tiene como bases; el Principio Vitalista y las leyes de los semejantes y de la curación, comprobado esto en experimentaciones hechas en el ser humano sano, donde se pone de manifiesto la existencia de la Energía Vital.
En “El Organón de la Medicina”, Samuel Hahnemann, aclara con suma sencillez el significado de la Energía Vital y su vitalismo, señalando en el parágrafo 9 lo siguiente:
“En el estado de salud, la fuerza vital (autocrática) que dinámicamente anima el cuerpo material (organismo), gobierna con poder ilimitado y conserva todas las partes del organismo en admirable y armoniosa operación vital, tanto respecto a las sensaciones como a las funciones, de modo que el espíritu dotado de razón que reside en nosotros, puede emplear libremente estos instrumentos vivos y sanos para los más altos fines de nuestra existencia.” En este y subsiguientes parágrafos, están comprendidas las funciones cualitativas de la energía vital que ante su desequilibrio, nos manifiesta la enfermedad y en su equilibrio, el estado de salud, como así también se explica al organismo, mente y cuerpo, como un todo e indivisible.
Las bases del Principio Vitalista, permite conocer que hay de normal en todo ser vivo, por consiguiente, nos permite individualizar a una persona enferma y aplicar las siguientes leyes.
La Ley de los Semejantes; fue formulada por Hipócrates (460-350 a. C.), con su máxima, “Similia Similibus Curentur”, por el similar la enfermedad se desarrolla y por el similar la enfermedad es curada. Paracelso (1493-1541), fue el precursor y puso en práctica la ley de similitud, pero no contaba con los elementos y drogas acorde a su época, por lo cual asignó que determinados elementos con igualdad de colores, aspectos o sabores, podían tratar a la enfermedad con similares características.
En 1797, Hahnemann enunció la ley; que toda sustancia que desarrolla en su experimentación, síntomas semejantes a determinada enfermedad, es capaz de curarla.
También en el parágrafo 25 lo explica del siguiente modo: “Ahora bien, como quiera que en todo ensayo cuidadoso, la experiencia pura, el único oráculo infalible del arte de curar, nos enseña que el medicamento que en su acción sobre el hombre sano haya podido producir el mayor número de síntomas semejantes a los que se observan en la enfermedad que se trata de curar, tiene también, cuando se emplea en dosis de atenuación y potencia apropiadas, la facultad de destruir rápida, radical y permanentemente, la totalidad de los síntomas del estado morboso, es decir, toda la enfermedad actual convirtiéndola en salud; y que todas las medicinas curan, sin excepción, aquellas enfermedades cuyos síntomas tienen una semejanza muy estrecha con los suyos, sin dejar de curar una sola de dichas enfermedades.
Cuando se comprende esto, se pone en marcha la Ley de la Curación, es decir, el restablecimiento integral de la persona, donde se comprueba la desaparición de la totalidad de los síntomas, desapareciendo en primer lugar, los síntomas más profundos y más graves que comprometen la vida, y luego los síntomas superficiales del organismo, observando la reaparición pasajera de los antiguos síntomas suprimidos, en el orden inverso a su aparición. Pero lo más importante, es la mejoría en el plano mental, como primera medida.
Por lo tanto, en el entendimiento y aplicación de las bases fundamentales de la homeopatía, radica el arte del médico para curar.
Cuando se indica un único medicamento, de acuerdo a la aplicación del principio vitalista y la ley de semejanza, y se pone en marcha la ley de la curación, siendo el remedio dinamizado, mediante el sistema de dilución y sucusión, se dice que se aplica la Homeopatía Unicista.
Homeopatía Pluralista, se llama cuando el médico homeópata aplica en un enfermo que padece de trastornos sensoriales, funcionales y lesionales, se le indica un medicamento llamado “de fondo” en alta potencia para lo mental; otro a mediana potencia, para lo funcional y otro u otros a baja potencia para lo lesional.
Homeopatía Complejista, es cuando aplica varios medicamentos homeopáticos a dosis bajas o en tintura madre de acciones sinérgicas entre sí con un concepto organicista y alopático, donde no existe el interés por aplicar la ley de los semejantes, donde se provoca en el organismo distintos tipos de supresiones, por lo tanto, no se encuentra dentro de la Homeopatía.
Para redondear y comprender a la Homeopatía y sus alcances, es importante hacer un simple resumen de quien fue su descubridor y precursor. Se trata pues de Cristian Federico Samuel Hahnemann, quien nació en Meissen (Alemania) en el año 1755, mas luego de 88 años de existencia fecunda, falleció en París, en el año 1843. Desde sus primeros años, se evidenció en él, a una persona de gran genio y precocidad, en que a pesar de su estado de salud delicado, enjuto y corto de estatura, fue sobresaliente en el estudio de idiomas, y aunque su padre, trabajador de la cerámica para su rey, tuvo la oportunidad de solicitar para su hijo, las facilidades del estudio que eran para muy pocos en esa época. Tal era el talento de Hahnemann, que a corta edad ingresó a la Facultad de Medicina, siempre con honores y tal es así que recibió ofertas para trabajar en las mejores cortes de Alemania, Austria y Transilvania, hasta que cansado de una medicina clasista, decidió servir a los pobres, pero para él fue una lucha desigual entre sus aspiraciones y la medicina tradicional de su época, que ofrecía tratamientos improductivos, deshumanizados y tan faltos de lógica, como ser, sangrías, vomitivos, catárticos, sudorativos, cataplasmas, ventosas, etc., con los cuales se lograba la debilidad gradual de la persona (no muy alejado de nuestros días).
Hahnemann decidió que no era la medicina curativa a la cual había aspirado para aliviar los sufrimientos de los pacientes, por tal motivo, abandonó la práctica para dedicarse a traducir libros, y en forma paralela conoce a la hijastra del boticario, quien lo ayuda a conocer los secretos de la alquimia. Hasta que llega a sus manos una materia médica del escocés Cullen, quien hace un estudio de la Cinchona Oficinalis, planta traída del Perú, usada para el tratamiento de la fiebre malárica intermitente, pero que sus efectos tóxicos provocaban los mismos síntomas que en el estado de enfermedad. Rápidamente Hahnemann comprendió que tal vez tanto Hipócrates como Paracelso tenían razón, con respecto a que los semejantes curan, dicho descubrimiento lo llevó a aplicar un método único para aquella y esta época, que es el estudio científico sobre el ser humano sano, y no en animales de laboratorio ni tampoco sobre los enfermos, lo aplicó primero en él y luego en familiares y discípulos, luego de años de experimentación, en 1796, presenta el escrito “Ensayo sobre un nuevo principio para descubrir el poder curativo de las drogas”, dando comienzo a lo que luego se llamaría Homeopatía, contando con 41 años de edad hasta los 88, con lo cual dedicó 47 años de su vida a la experimentación, estudio y tratamiento con el método homeopático. Dicho método se adelantó a los mejores genios de la época, Claude Bernard y Luis Pasteur, sobre la fisiología experimental y el estudio de los microorganismos que ya se habían evidenciado en los escritos de Hahnemann. Cuando él comprendió la importancia de los semejantes y el descubrimiento del Principio Vitalista, lo llevó esto a experimentar con elementos de la naturaleza provenientes del reino vegetal, animal y mineral, los cuales algunos por su toxicidad debieron ser diluidos tantas veces fuera necesario, para que pierda su poder patogénico y con sus respectivas sucusiones o sacudidas, pero para su gran sorpresa, aún cuando se había perdido la materialidad en la dilución este preparado evidenciaba un poder más oculto, que era el de exacerbar en el sujeto sensible síntomas propios mentales y físicos del elemento ingerido como algunos exaltados por el experimentador, que compilados conformaron las “patogenesias”, o sea, las experimentaciones puras hechas por Hahnemann y sus discípulos. Luego escribió el “Organón del arte de curar” en 1810, tratado de filosofía y doctrina homeopática con el cual emprendió la lucha por imponer sus ideas sobre una base ética, estudio, observación y tratamiento del ser humano visto en su totalidad, donde el exponente mayor es buscar la curación, de manera rápida, suave y permanente, como el más alto fin existencial del médico.
Este método, llamado dinamización, es capaz de exaltar en los experimentadores sensibles o susceptibles, alteraciones sintomáticas, cuyos aspectos característicos son particulares y por lo tanto, individualizantes de la acción de cada una de las drogas así investigadas, provocando efectos en la forma de ser, de pensar, de sentir y de actuar.
Y es así como en el año 1791, define a la Ley de los Semejantes: “La sustancia que es capaz de suscitar en su experimentación, un conjunto de efectos definidos, es capaz de curar al paciente que presenta un conjunto de síntomas semejantes.”
Luego de la ley de los semejantes, se llegó a la comprensión de la ley de curación, y con esto se puede a predecir los cambios que tiene que tener el paciente, porque el estudio de estos sencillos principios y leyes, más el conocimiento de las experimentaciones hechas por Hahnemann y sus discípulos, sirve para hacer el pronóstico del enfermo de lo mental a lo físico, y como dice la ley de curación, con la aparición de los antiguos síntomas suprimidos, que merece una explicación adicional.
Como explicó muy bien el Dr. Paschero: “cuando no se comprende, se cae en el materialismo de la escuela galénica, refrendado por el dogma pasteuriano con el reinado absoluto del germen patógeno, como causa esencial de la enfermedad, llevó al médico en una cruzada contra algo que hay que eliminar como un cuerpo extraño en el organismo, y no se comprende que los signos y síntomas orgánicos, como ser: fiebre, erupciones, inflamaciones, supuraciones, sudoraciones, diarreas, etc., no son más que compensaciones o actividad dinámica para mantener su homeostasis, siendo funciones fisiológicas de una adaptación vital psico-física. Pero que a la larga lo lleva a una muerte inexorable. La ley de curación no tiene por formalidad evitar la muerte, sino por el contrario, hacer que esta se produzca suave y normalmente permitiendo que el individuo, primero, cumpla con los altos fines de su existencia.” Y luego aclara: “todo lo que pretenda hacer en contrario (la medicina), siguiendo las ingenuas ideas del fundamento físico-químico o anatomo-patológico, considerado como el substratum inalienable de la enfermedad, lo llevará indefectiblemente al desastre y la degeneración del ser humano, por las vías de una indiscriminada y a ratos criminal supresión de las manifestaciones exonerativas de la enfermedad. Lo que la medicina materialista llama enfermedad, no es más que el desecho patológico de un dinamismo mórbido, cuyas primeras manifestaciones exonerativas, bajo la ley de la curación fueron suprimidas con tratamientos locales, sin haberse comprendido que es lo que había que curar en esa disposición dinámica (enfermo), causa de la patología”.
Dr.Guillermo Tesone
gtesone@bigfoot.com

Ataque de Pánico

Introducción, análisis y tratamiento desde la Psicohomeopatía

Es un cuadro de mucho dramatismo, que se presenta con ahogos, palpitaciones, taquicardia, sudoración, temor a lugares cerrados o con mucha gente, ante la altura, situaciones de stress, sensación de muerte, etc.
Se calcula que el 5% de la población, en algún momento de su vida toma conciencia de esta sintomatología, recurriendo el 50 % a la consulta médica psiquiátrica-psicológica, consumiendo antidepresivos, ansiolíticos, remedios florales, bioenergética, Reiki, etc.
La Homeopatía Unicista, hace la toma del caso, modaliza los síntomas característicos, los generales físicos y particulares. Repertoriza, ordena lo analizado, y se compara el conjunto de síntomas con la Materia Médica, obteniendo un medicamento dinamizado para la totalidad sintomática, acorde a la ley de los semejantes.
Depende de la corriente homeopática, se evalúa la totalidad modalizada buscando la Idea Errada de Ser sobre la base de la perfección perdida, con la idea de haber transgredido las leyes o normas con el consecuente sentimiento de pena o condena. Para otros, que se basan en las experimentaciones puras o patogenesias, y extraen de estas, ciertos síntomas que despertaron las sustancias dinamizadas, escudándose en las leyes y principios homeopáticos, pero con una mentalidad organicista, legado de la escuela alopática, tratan una parte pero no el Todo, con la consiguiente supresión de síntomas y la profundización de los síntomas a órganos más vitales.
La Psicohomeopatía, que no es ningún reduccionismo de la Homeopatía, se maneja con los mismos principios y leyes, no es continuadora ni antecesora, solo es una manera de atender y comprender al paciente en forma holística, logrando una escucha profunda, analizando además sus sueños simbólicos, su conflicto simbólico arquetipal, como por ejemplo al tema del Ataque de Pánico, en la relación padre-hijo, madre-hijo y el largo camino de la individuación, atravesado por dichos conflictos, han provocado un bloqueo en el mismo.
Para ello es fundamental el conocimiento de la Alquimia antigua y moderna, tal como lo hizo Hahnemann y uno de sus mejores discípulos, el Dr. Jan Scholten, un gran alquimista actual que como su maestro estudió mineralogía, física y química.
Comprendió la importancia de la Tabla Periódica, que es el Todo, como acceso a todo vehículo terapéutico, que de acuerdo a las propiedades de los gases y minerales, se puede caracterizar al elemento para ubicarlo dentro de un esquema referencial y compararlo con las experimentaciones hechas en seres humanos sensibles, llamadas patogenesias, y corregir o revisar los vicios que estas presentan.
El paciente que sufre un ataque de pánico, se encuentra bajo una tormenta de síntomas que son expresión de su existencia debilitada, en estado de desequilibrio energético. Descubre en la Psicohomeopatía, una escucha que se compromete con el dolor y el sufrir, para comprender y medicar ese “Bloqueo” existencial, que el paciente olvida o niega, para transformarlo en síntoma de características comunes pero de modalidad propia.
En muchos casos se fracasa porque el homeópata cree o está convencido que el “simillimum” administrado es el adecuado, pero no se logra equilibrar los “síntomas modalizados” o sus circunstancias.
Cuando en la práctica se medica el Bloqueo que puede coincidir con un duelo no resuelto, una pérdida pecuniaria o fracaso económico, divorcios, abandono materno, violencia familiar, violación, etc., entonces emerge una personalidad de características diferentes a las observadas en la primera entrevista, lo que se manifiesta es la naturaleza propia de la persona que ha sido avasallada por las circunstancias, que aprovechó el terreno adecuado para dominar, tal como vemos en toda relación huésped – terreno que deriva en un cuadro infeccioso como una gripe o angina o cualquier enfermedad infectocontagiosa.
También vale la explicación de aquellos que defienden la teoría del desajuste o síndrome de adaptación, que no es ni más ni menos que el “stress” o enfermedad de la modernidad.
El arsenal terapéutico medicamentoso es vasto y sumamente efectivo, ya desde la antigüedad que se usa los muriaticum para el duelo no resuelto, hoy asociado a conflictos maternos, lo mismo que argentum nitricum, depende el caso se usan los phosphoricum, los lacs o leches dinamizadas que destraban esa falta de crecimiento y ayudan a madurar desde lo psíquico, la personalidad tipo arsenicosa que vive la vida como una sensación de muerte. No se les quita el mérito a los medicamentos de origen animal dinamizados, de propiedades venenosas en la naturaleza, pero llenos de energía curativa cuando se los dirige en forma certera.
El objetivo es provocar la liberación de esa energía negativa provocada por las circunstancias ante dichas y tratar el desequilibrio constitucional con el fin de alcanzar los altos fines existenciales.
Dr. Guillermo Tesone
gtesone@bigfoot.com

Anorexia y Bulimia - Desde la Psicohomeopatía

1)Quizas sea sin duda una de las mas graves epidemias que azota a la poblacion adolescente del Planeta,pero los estudios realizados muestran que ya se conocia su incidencia en la epoca de
Samuel Hahnemann,cuando los tratamientos cruentos y sadicos de aquella epoca,tan parecidos a la incomprension profunda de la actual,basados en sangrias,purgantes,enemas,vomitivos y catarticos en general,llevaban a las pacientes a la emanciacion o clorosis cuando no a la anemia y la muerte prematura.
Cosas parecidas suceden,crease o no,en ciertos sanatorios,donde las jovenes son puestas bajo regimenes humillantes y agresivos que, disfrazados del sano proposito de salvarlas de una muerte
que parece segura, marcan a fuego el sintoma y lo cronifican,arrojando a la paciente y su familia a un circulo de horror que no pocas veces termina en la locura y el suicidio.
El grito de rebelion surgido de la Homeopatia hacia la barbarie iatrogenica pronto tuvo su complemento ideal en los estudios que,a partir del descubrimiento de los factores inconcientes en la genesis y emergencia de la sintomatologia fisica,pusieron el acento en la escucha y la comprension profunda,potenciados ahora que hemos podido tender el puente,por el uso de la energia poderosa que conlleva el medicamento homeopatico,sabiamente elegido acorde a la personalidad especifica del paciente y no sobre la base de generalizaciones estadisticas de los megalaboratorios,siempre ignorantes de la personalidad unica,siempre desinteresadas del caso particular,siempre incomprensivas del drama privado y su narrativa “unica,diferente,peculiar,rara”

2)Los desarrollos en Terapia Familiar, Sistemica y Comunicacional brindaron a su turno un panorama más amplio, una perspectiva más completa y sobre todo la posibilidad de operar sobre los factores grupales y familiares que sostenian la Anorexia y la Bulimia enclavada en el seno de un escenario totalizante donde el paciente es siempre un emergente de factores colectivos,producto activoy reactivo de una dinamica cognitiva subyacente.
Como la abeja en la botella de vidrio,la paciente se debate frente a barreras que no puede ver,prisionera de una narrativa muy primitiva,alimenticia ,gastrica/anal/digestiva en su sentido amplio,con una riquisima constelacion de fantasias arquetipales colectivas,del tipo de las Mala Madre Sanguinaria,la Hija Loca y Suicida que arrastra a sus padres a la deshonra y la Muerte,y narrativas subsidiarias y subsecuentes:la del Hermano que arruino su vida por la hermana enferma y hasta sorprendidas abuelas que se hacen cargo economicamente.
Aquí es donde entra a jugar la poderosa movilizacion que produce el remedio homeopatico elegido en su capacidad de perturbar estrategicamente y reelaborar dichos constructos arquetipales llevandolos suavemente y sin cesar hacia narrativas mas atinadas,menos salvajes y predeterminadas estilistica y tematicamente.

La Relacion Vincular fue comprendida y se sumaron entonces los exitos terapeuticos que nos permiten ser optimistas en cuanto a la pronta mejoria de los casos tratados holisticamente pues la medicacion homeopatica,entendida desde sus raices netamente psicologicas sabe actuar estrategicamente,perturbando la organizacion sintomatica y llevando al portador del sintoma a una inevitable reorganizacion energetica,mas saludable,mas ponderada,menos autodestructiva.
¿O acaso ignoramos que la bulimia y la anorexia tiene sus raices en poderosisimos Constructos Inconcientes Colectivos.que fluyen a raudales de los mass-media,preconizando la delgadez excesiva,las dietas esclavizantes,la Juventud Eterna,el Transplante esclavizador,el organo de plastico y demas deformidades avaladas por profesionales sin etica,que como en los tiempos de Jung y Hahnemann,nunca aprenden de la realidad y solo piensan en lo superficial,en los dictados de la moda,el “fashion”y el”glamour”?
Pues son aquellos mismos que trabajan solapadamente para los laboratorios que producen todos los semestre una “droga milagrosa” que reactiva el apetito y apaga los vomitos,al precio siempre escondido de desplazar el sintoma hacia una zona aun mas grave,aun mas peligrosa para la continuidad de la vida mientras las esclaviza de por vida a un consumo forzoso y oneroso.
Ciegos e impotentes propugnan medicinas ineficaces y regimenes carcelarios,vigilancia y castigos emocionales humillantes y hasta fisicos para contener una patologia que los desborda y paraliza.

Nos encontramos aqui de lleno con el conflicto simbolico arquetipal de la relacion padres-hijos y todas las vicisitudes del largo y doloroso Camino de Individuacion,la Segunda Adolescencia y la dialectica Senex/Puer ya hemos estudiado en otro contexto.

Que ayuda inestimable brindan aqui los poderosos remedios homeopaticos al terapeuta capaz de escuchar bien,no de oir,la trama compleja del padecer bulimico-anorexico cuando este se desata en pleno en la relacion dramatica madre-hija,esquema inolvidable para comprender esa vinculacion mal estructurada y peor construida donde las narrativas de la dominacion y la rebeldia son epicamente desplazadas por el conflito alimentario.
¡Como no leer en el vomito el rechazo arquetipal a la aceptacion de la vida al punto de ponerla en peligro inmediato con tal de imponer su narrativa!
Sera preciso insistir una y mil veces en el estudio de la etapa Adolescente para comprender el porque se expresa en lo oral digestivo un conflicto que atraviesa las distorsiones del Si-Mismo en proceso inflacionario,en plena “hybris” mutilante y delirante.

3)Nos encontramos ya de lleno en la consulta individual y familiar,dispuestos a escuchar y a prescribir,trabajando siempre en equipo solidario para abarcar todas las facetas disponibles.
Mientras la escucha no descansa,volvemos nuestros ojos a las enseñanzas de la Psicohomeopatia Jungiana que nos brinda un arsenal de substancias que podemos utilizar para multiplicar nuestra labor terapeutica.
Ya conocemos por nuestro Repertorio las narrativas clasicas que se desprenden de los medicamentos recogidas por las patogenesias,verdaderos mosaicos de motivos narrativos estructurantes.
Solo tenemos ahora que escuchar la narrativa de este sintoma en particular,en este paciente particular y especificamente lo que ella trae de diferente,unico y especial.
Como no pensar entonces en el grupo de los Muriaticums,cuando ya el gran Maestro Hahnemann soño en la patogenesia que el mismo se hizo de esta poderosisima substancia “que asistia al Funeral de su anciana Madre”
A la cabeza de todas la Reina de los Anti-psicoticos,Natrum Muriacum estudiada profundamente por los Alquimistas que la veian como remedio policresto y que dio origen nada menos que a la palabra Salud.
Es tan persistente la relacion entre los Muriaticums y la maternidad,que en la India los homeopatas recomiendan Natrum Muriaticum como anticonceptivo y los homeopatas de orientacion filosofica catolica lo prescriben como gestador, facilitador de la gestacion,siempre y cuando no se entienda aquí de manera alopatica el concepto de prescripcion mecanica y vacia de contenido emocional,si no como una sutil perturbacion estrategica que reacomoda toda la estructura en un nuevo sentido operativo.

Siguiendo a Sholten daremos Ammonium Muriaticum si predomina el resentimiento en la relacion Madre/Hija y Natrum Muriaticum si el sentimiento esencial es el de querer alejarse el desear estar sola y/o sentirse abandonada en el dicho vinculo,habida cuenta de que este es verdaderamente el remedio de la Incubadora,el remedio del Campo de Concentracion,el remedio del contacto con la Nada,es decir el remedio de la Cultura.
Sabemos que los miedos ceden con Calcarea Muriatica pues sabemos que los miedos son proyecciones de la Sombra voraz y destructiva,que los usa como pantalla especular.
Y a la agotada y ya sin fuerzas sabremos “encenderla”con Muriatic Acidum,particularmente si ha habido abortos de por medio,cosa muy comun en la “baby mother” adolescente,secreto que
su madre sabe guardar aun cuando hable y enferme a traves del sintoma.
Como se revuelven en su ignorancia los alopatas que desconocen que este humilde componente de la mesa familiar puede ser llevado a traves de la ardua gestacion homeofarmaceutica responsable a convertirse en un eficaz y activo reordenador existencial!
Cuantas veces habra que meditar sobre el hecho que estas prescripciones debe hacerse sobre la totalidad de los sintomas,nunca de manera alopatica,nunca de manera mecanicista o lineal,apoyados en una escucha que se adentra en los recovecos inconcientes colectivos y personales del padecer.
Quizas en comprender la no-linealidad del proceso de curacion psicohomeopatico este el secreto mejor guardado que esta disciplina eterna nos podra ofrecer.

No es nuestra intencion dar un vademecum de remedios pero seria injusto terminar este muestrario sin rendir homenaje a dos profundos remedios de la patologia Anorexico-Bulimica:
Argentum y su clara vinculacion con los procesos vinculados a la maternidad segun el eje Plata/luna/madre y Vanadium de inigualables resultados en la constelacion tipica de la nena
rubia,poco desarrollada,que alterna anorexia y bulimia bajo la mirada de una madre dominante e infantil que compite antes que ayudar a crecer a su hija,copia su lenguaje y su gestualidad,la tipica muñeca“Barbie” que esconde como la Deidad del Panteon brahamanico Durga,su costado cruel y sanguinario.
No hacemos mencion a las diluciones pues no solo creemos que “omnia dosis curantur”si no porque no aceptamos indicaciones de potenciacion sin antes no estudiar cuidadosamente la susceptibilidad reaccional de la paciente.
Despues vendran las especificaciones ,quizas veamos aparecer la timidez tipica de Pulsatilla o los calambres de China,la rigidez de Ferrum como la “ironwoman”que todo lo puede,o el puntillismo preciosista de Arsenicum,pero sera siempre la escucha sistemica y el parecido de familia lo que nos dara la clave en la eleccion de los sucesivos remedios hasta el retorno a un equilibrio psiquico,paso indispensable para reorganizar el equilibrio alimentario y nunca al reves.

En la conduccion de este proceso terapeutico el pulso del psicohomeopata no debe temblar ante la magnitud de su tarea,ya que el solo intento de reencausar el sintoma hacia los “altos fines de la existencia”acerca el puente que libra al paciente del canibalismo pseudoasistencial y le abre la puerta a una existencia Nueva.

Dr Guillermo Tesone gtesone@bigfoot.com
Lic Norberto Litvinoff norcham@fibertel.com.ar

¿Porqué un solo medicamento?

Esta es una pregunta que muchos pacientes hacen cotidianamente como por ejemplo, las madres que se desesperan ante un dolor, tos, fiebre, etcétera, de sus hijos o aquellos que están acostumbrados a que sus cefaleas sean suprimidas por un analgésico o algo similar. Por la misma ansiedad que los aqueja, piensan que el médico es un dogmático e insensible, cuando en cambio, su única y elevada misión, es restablecer la salud, o sea curar.
¿Qué puede hacer una aspirina o 7 días de un antibiótico?. La respuesta es muy simple.
Aquel que conoce la Ley de los Semejantes y la Ley de la Curación, cuando el medicamento único (semejante a nuestra manera de sufrir) produce la mejoría rápida, suave y permanente de adentro hacia fuera (de la mente hacia la piel) y de arriba hacia abajo (de la cabeza a los pies), no puede de ninguna manera permitir que otra sustancia extraña o heteróloga altere el camino de la curación.
Samuel Hahnemann en el parágrafo 273 de su “Organón de la Medicina” nos dice: “En ningún caso en tratamiento es necesario y por consiguiente no es tolerable, administrar a un enfermo más de un medicamento solo y simple, en una sola vez. No puede existir la más ligera duda acerca de que sea más uniforme con la naturaleza y más racional, prescribir un medicamento solo y simple en una sola vez, así como no puede concebirse el hecho de mezclar varias diferentes drogas. La homeopatía, que es el arte de curar verdadero, simple y natural, prohibe absolutamente dar a un enfermo al mismo tiempo dos diferentes sustancias medicinales”.
Y en el parágrafo 274 dice: “Como el verdadero médico encuentra en los medicamentos simples, administrados solos y sin combinarlos, todo lo que posiblemente puede desear (fuerzas de la enfermedad artificial que son capaces, por su poder homeopático, de vencer completamente, extinguir y curar de modo permanente la enfermedad natural), nunca pensará dar como remedio sino un medicamento simple y solo. El médico está atento a la sabia máxima que señala como un error emplear medios compuestos cuando los simples bastan.
Por estas razones también, aún cuando los medicamentos simples hubieran sido completamente experimentados para obtener sus efectos peculiares sobre el organismo en perfecta salud, es no obstante imposible prever como dos o más sustancias medicinales pueden combinadas, estorbar y alterar cada una la acción de la otra sobre el organismo humano.
Por otra parte, el empleo en las enfermedades de un solo medicamento cuya totalidad de síntomas es conocida exactamente, presta ayuda eficaz por sí mismo y sólo si se le ha elegido homeopáticamente.
Aún suponiendo que acontezca el peor caso de no ser elegido estrictamente conforme a la similitud de los síntomas y por consiguiente no beneficie, sin embargo, es bastante útil, pues no da a conocer los agentes terapéuticos provocando la aparición de síntomas nuevos, síntomas que el medicamento ya había determinado en su experimentación en el organismo sano, confirmándolos de esta manera, ventaja que no se obtiene con el empleo de los remedios compuestos”.
Dr. Guillermo Tesone
gtesone@bigfoot.com

¿Cómo se reconoce al verdadero Homeópata Unicista?

Es de común acuerdo entre todos los autores, que se reconoce al verdadero homeópata, primero, por su calidad de ser médico, segundo, debe basarse en los principios y leyes de la naturaleza, el Principio Vitalista, la ley de los semejantes y de la curación, como así también el prescribir un medicamento único constitucional (simillimum) que corresponde a la identidad biológica constitucional de cada persona. Obviamente, esto es parte del arte del médico y de la ciencia aplicada para restituir la salud, que es el fin más alto de todo médico, que es curar al semejante. Esta es una síntesis de lo que “debe ser”, la pregunta final y cuya respuesta ha de ser la ganadora es, ¿porque algo tan simple y complicado a la vez tiene que ser resuelto y explicado más de una vez?. Otra pregunta sería entonces, ¿porque hay tantas variedades de médicos y no médicos o prácticas alternativas que invocan a la Homeopatía como ciencia curalotodo, adornada por grandes promesas, y los respectivos ataques de los médicos tradicionalistas o alopáticos que niegan a la especialidad toda, metiendo en una bolsa a todos sus practicantes?.
Es innegable que el primer homeópata unicista fue Samuel Hahnemann, porque dedicó gran parte de su vida al descubrimiento, estudio y aplicación de los principios y leyes. En sus escritos puso énfasis en como debe ser el médico, desde el punto de vista filosófico, ético y moral para el abordaje del paciente y su desequilibrio vital. La importancia de estar libre de prejuicios para comprender la totalidad sintomática, la ética del médico para con el enfermo y sus colegas, o sea, poner los mejores valores al servicio de la salud en forma responsable, el médico debe tener los conocimientos apropiados de la materia médica, y saber que es lo normal y patológico del ser humano, hacer un correcto diagnóstico y pronóstico de acuerdo a la totalidad sintomática, para ello debe tener los conocimientos más acabados de cómo se debe hacer un examen físico y el laboratorio correspondiente, como así también el procedimiento farmacéutico de las medicinas dinamizadas.
Muchos fueron los discípulos que cumplieron con los requisitos antedichos y muchos los que han preferido tomar otro camino, tal vez más corto y desvirtuar a la genuina homeopatía, a tal punto, que algunos pacientes prefieren al no encontrar un verdadero homeópata, atenderse con un alópata, y muchos pacientes se atienden con un homeópata espúreo a sabiendas o engañados por una medicina prometedora pero sin bases firmes.
La respuesta está en el médico-persona, en su idoneidad, pericia, prudencia y responsabilidad para con el conocimiento de la ciencia, y debe tener el arte para curar y no anteponer actitudes perversas que llevan a una atención impropia con fines egocéntricos, porque la homeopatía tiene las armas para hacer tratamientos profundos sobre el desvío vital y hacer que la persona se sienta libre de alcanzar sus más altos fines existenciales, y esto puede endiosar al terapeuta que no tenga en claro que el único fin es curar.
Pretender que el médico esté curado o bien tratado, para que su fin no sea el sí mismo, es pretender curar a la totalidad de la población, que no tiene nada de malo como fin idealista, pero que choca contra la realidad, de que el médico es una persona con buenos y malos valores, como así también el de todo paciente, pero éste tiene que buscar al terapeuta que tenga los mejores valores y que los ponga al servicio de sus pacientes en forma responsable, que sea humano, de vida y costumbres simples, contenedor y no protector, sensible y solidario ante el sufrimiento, pero con la distancia suficiente como para ser imparcial y tener libertad de prejuicios, requisitos indispensables como para llegar a una curación rápida, suave y permanente.
Dr. Guillermo Tesone



Escritos sobre Homeopatía Unicista

Me parece una buena idea, a través de un Blog, expresar mis pensamientos y experiencia de varios años de estudio y atención de pacientes.
La idea que la Homeopatía Unicista es dificil de entender, es cierto, a pesar que cuenta con un Principio Vitalista, en el cual la Energía Vital, ampliamente aceptada por todo medio terapéutico alternativo, no tanto, e ignorada por la medicina oficial. También se sustenta con 2 leyes: la Ley de Semejanza, por la cual todo semejante cura a su semejante, como lo enfatizó Hipócrates, Paracelso, Samuel Hahnemann y hasta en la Biblia!. La Ley de Curación, como la enunció Hering, continuador de Hahnemann, dijo que la cura se realiza de adentro hacia afuera (de la mente hacia la piel), contrario a la enfermedad, y de arriba hacia abajo (de la cabeza hacia los pies), siendo los primeros síntomas los últimos suprimidos por cualquier medio.
Se podrán decir muchas cosas pero la base es esta, sea la escuela que sea o la moda que se imponga, por tal motivo, trataré de escribir mis experiencias y humildes saberes...