domingo, junio 05, 2011

El Método Diagnóstico y Terapéutico


Antes de comenzar con el análisis del método terapéutico, es necesario conocer y aceptar, desde el empirismo, que el ser humano es un todo integrado, compuesto por 3 planos interconectados: mental/espiritual, emocional/psíquico y físico siendo un eslabón más con el Universo del que es parte. [1]

Teniendo en cuenta que, si una parte del organismo es afectado, en consecuencia se afectará la parte restante, o sea, el Todo…y si somos parte del todo, en alguna medida lo estaremos afectando, según la Ley de Correspondencia. [2]

Tal es así que los humanos en su conjunto alteran el clima, el hábitat, la supervivencia de innumerables especies, logrando un caos energético ambiental que afecta al ser humano en consecuencia.

Así mismo, el estado de salud o enfermedad, va a estar dado por como regula su homeostasis o resiliencia ante el stress, como así también, el Macrocosmos afecta al Microcosmos o a nuestro organismo.

Por lo tanto, las diferencias entre una persona y otra en gran medida va a estar comprendida por:

--Integridad genética y disposición a sufrir determinadas enfermedades.

--Estado de salud mental o emocional de padres y familia.

--Alteración del medio ambiente.

--Estado nutricional.

--Medio socio-económico.

Estos ítems tienen que formar parte directa o indirectamente de la historia clínica, espejo natural del enfermo que va a conformar el rompecabezas a unir para formar una imagen in toto.

Para aplicar la Ley de Semejanza, tan conocida por todos, debemos primero estudiar profundamente la Materia Médica y sus patogenesias, los conocimientos que se heredaron de la alquimia, la transferencia alquímica, los distintos tipos de arquetipos, siendo el más importante el “sí mismo”, uno con el Universo para evaluar el camino o proceso de individuación [3] o como cumplirá con los altos fines de su existencia por el que tanto bregara el maestro Hahnemann.

Fundamental es el conocimiento simbólico relativo a las distintas manifestaciones de la enfermedad en el cuerpo en todos sus planos. [4]

Por último, conocer los elementos de la tabla periódica, [5] cuya suma es el todo, por ende es la base de Todo…debiéndose seguir estudiando y experimentándose porque es el trampolín terapéutico, como así también se lo “ubica” al paciente dentro de un “Universo” que posibilita saber qué lugar ocupa él mismo en su desarrollo de vida o en su estado de bloqueo

El conocimiento de la tabla como veremos más adelante, manifiesta el bloqueo, desarrollo o decadencia de la persona, en sus distintas etapas de vida.

Todo esto con la escucha atenta y el olfato detectivesco marca el camino de la curación.

Es importante, la correcta toma del caso [6] e interpretarla para lograr tal fin.

El o los nombres, así como la profesión, puede “decir” el deseo de los padres y como ha determinado en la persona.

El biotipo o fenotipo lo ubica dentro de un contexto de segundo orden.

Es de gran consideración la vocación desarrollada, a desarrollar o reprimida por diferentes circunstancias.

Jerarquizar que es lo más importante en la vida del paciente, ya que esto conduce al fin de vida, lo que debe hacer para solventar su desequilibrio o que puede realizar según su grado de desarrollo.

Averiguar también su personalidad consciente, carácter, sensibilidad, emotividad, afectos actuales y en la infancia, todo esto en relación a sí mismo y a los demás.

Relación con su entorno y circunstancias, como lo altera la menstruación, en determinados casos el embarazo, parto y lactancia. Aspectos climáticos, modalidades del sueño y sueños recurrentes.

También referido a la alimentación y su sexualidad.

Antecedentes familiares y personales.

Síntomas físicos simbolizados que han alterado su historia de vida. [7]

Todo esto y su profundización, en una o varias entrevistas, en base al interrogatorio da una idea aproximada de la real naturaleza comparable con los elementos de ella estudiados en las distintas Materias Médicas.

Todo este razonamiento serio y honesto invalida a todos los libros y pasquines que estimulan la automedicación, siendo el profesional responsable el único habilitado para bucear en las profundidades del alma humana para curar definitivamente y no una mera supresión sintomática con medicamentos dinamizados de alta eficacia.

Invito al consenso o al disenso para elaborar el camino adecuado en la formación profesional, tal como lo hizo Jan Scholten, quien tuvo la lucidez de ver el “todo” en la tabla periódica como instrumento médico, el cual falta profundizar y experimentar para cumplir con el más alto ideal del médico, que es curar.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Vithoulkas, George: Las leyes y principios de la Homeopatía en su aplicación práctica. Edit. Paidós. 1997.

[2] Tres Iniciados. El Kibalion. Edit. Sirio. 2000.

[3] Jung, Carl G. El Hombre y sus Símbolos. Edit. Paidós. 1995.

[4] Souzenelle, Annick de: El Simbolismo del Cuerpo Humano. Edit. Kier. 1997.

[5] Scholten, Jan: Homeopathy and the Elements. Edit. Alonnissos. 1996.

[6] Paschero, Tomás P.: Homeopatía. Edit. El Ateneo. 1991.

[7] Dethlefsen, T y Dahlke, R.: La Enfermedad como Camino. Plaza & Janés. 2004.